Susana Macaya es una joven mitad paya mitad gitana. Está a
punto de casarse cuando, la noche de la despedida de soltera, desaparece; y a
los dos días encuentran su cuerpo inerte en una finca de Madrid. El cadáver
recuerda al de su hermana mayor, Lara, asesinada hace 7 años de la misma
manera: unas larvas de gusanos han sido introducidas atrozmente en su cabeza la
noche previa a su boda, con el fin de torturarlas hasta morir. Sin embargo, el
asesino de Lara está cumpliendo condena cuando el segundo crimen se comete, por
lo que, o bien tiene un aprendiz, o bien es inocente. El caso es investigado
por Elena Blanco, inspectora de la BAC, que cuenta con un impresionante equipo
que la acompaña. Elena lucha con sus fantasmas del pasado, intentando hacer las
cosas correctamente, cuando se da cuenta de que existe una línea que separa el
bien del mal que en ocasiones es necesario atravesar para obtener así
resultados.
Una novela policiaca inquietante, con una trama perfectamente
tratada que te hace sospechar de cada uno de los personajes. Con capítulos
cortos y sin exceso de información, hace una lectura muy dinámica y muy visual,
debido a sus abundantes diálogos. Nos hace reflexionar constantemente sobre si
el fin justifica los medios y sobre los límites devastadores del ser humano. Un
caso bien tratado y resuelto, pero que a su vez deja abiertos muchos temas que
espero con ansias que sean solucionados en los siguientes volúmenes de esta
trilogía.
Lucía
Tomás Lozano (2021)
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