El castillo ambulante

Sophie es una joven de dieciocho años a la que tras la muerte de su padre se le encomienda la responsabilidad de la tienda de sombreros familiar. Una noche, tras visitar a su hermana Lettie, recibe la visita de la bruja del Páramo, quien la acusa de cosas sin sentido y la maldice convirtiéndola en una anciana. Entonces Sophie decide abandonar todo e ir en busca de la fortuna, cosa que le han negado toda su vida por ser la mayor. Durante el camino se apiada de un espantapájaros y de un perro. Cuando ya es de noche, Sophie se ve forzada a pedir refugio en el castillo de Howl, un mago tan poderoso que tiene aterrados a todos los habitantes de Marcket Chipping como diestro a la hora de seducir jóvenes y robarles el corazón, pero no la recibe Howl sino Michael, el joven aprendiz del mago, quien le permite quedarse durante la noche.

En mitad de la noche es despertada por Calcifer, un demonio del fuego atrapado en la casa por culpa de un contrato hecho con Howl. Ellos deciden hacer el trato de que, si Sophie puede romper su contrato con Howl, Calcifer deshará la maldición de Sophie. Desde entonces, Sophie tendrá un mes para enfrentarse a los caprichos de Howl, hacerse pasar por su madre y convencer al rey de que Howl es un inútil y no sirve para buscar al príncipe Justin, visitar el mundo de donde proviene Howl un lugar llamado Galés; todo esto mientras busca la forma de romper su maldición e huir de la bruja del Páramo. 

Este libro es todo un mundo de fantasía guardado en unas páginas. El castillo ambulante marcó un antes y un después en mi infancia. Por eso me ha sido imposible relatar todo lo que se siente mientras se lee este libro lleno de magia, amor y amistad. Que hace que se devore el libro perfectamente en un día, además el libro cuenta con una película maravillosa pero que es muy diferente al libro por lo que hace que choque y a la vez te enamore todavía más.

 

Lucía Gadea Monreal (2021)