sábado, 30 de agosto de 2014

Mi planta de naranja-lima



Zezé es un niño travieso que proviene de una familia pobre y, para colmo, despiden a su padre del trabajo y se tienen que mudar a una casa más pequeña y más barata. Al llegar a la casa, acude con su familia al jardín y cada uno de sus hermanos elige una planta, todos se llevan las mejores plantas y a Zezé le toca una pequeña de Naranja-Lima, pero se da cuenta de que su planta es muy especial y diferente a las demás porque esta puede hablar y se convierte en el mejor amigo y confidente de Zezé. La situación económica de la familia de Zezé es bastante mala, así que nadie recibe regalo alguno por Navidad, lo que entristece a Zezé (y a sus hermanos). Entonces su familia le dice que no recibe nada porque es un niño malo y muy travieso. Lo cierto es que Zezé hace muchas travesuras, y sus padres como castigo le pegan y hacen que Zezé se sienta muy desgraciado. Todo eso cambia cuando lo apuntan al colegio, y es el más listo de su clase, porque ya sabe leer, y todo el mundo se porta muy bien con él, al contrario que en su casa. Un día todo cambia cuando “El Portugués” lo sorprende subido en su coche y lo abronca delante de todos, avergonzando a Zezé. Pero un día Zezé se clava un vidrio en el pie y no le dice a sus padres por miedo a que sea maltratado, así que se dispone a ir al colegio a pesar de no poder andar y se encuentra con “El Portugués” que lo lleva a la farmacia a curarlo y empieza a entablar una gran amistad con Zezé, que llevará a muchas historias y no todas buenas…


Es un libro PRECIOSO,  que llega al corazón y transmite de forma increíble lo que le sucede al protagonista, como si fueses el mismo, su dolor, sus penas, sus alegrías, todo. Aunque es un libro muy triste, y el final y las últimas páginas son demoledoras. No lo recomendaría para personas sensibles, porque leer el final del libro no es agradable.

Cristina Molina Ruiz (2014) 

miércoles, 27 de agosto de 2014

Las luces de septiembre



Tras la muerte de su padre, Irene y su familia quedan arruinados por las deudas, hasta que un día un antiguo fabricante de juguetes le ofrece trabajo y hogar a su madre y a su familia en un pueblo llamado Bahía Azul, donde hay una antigua leyenda que trata sobre una mujer que se ahogó en el islote del faro. Lazarus Jann, el antiguo juguetero, es un hombre viudo con muchas rarezas y que vive en un lugar llamado Cravenmoore, su casa, donde la madre de Irene trabajará de ama de llaves atendiendo a Lazarus, limpiando la casa; pero todo esto sin incumplir las peculiares restricciones que Lazarus le impone acerca de la casa, mientras Irene y su familia vivirán en la casa del cabo. Allí Irene conoce a Hannah, que es la cocinera de Lazarus, y esta le presenta a su primo Ismael, del que se enamora. Todo va muy bien en el pueblo y con su nueva vida hasta que se encuentran el cuerpo de Hannah, muerta en el bosque. Irene e Ismael inician una peligrosa y misteriosa  aventura para investigar sobre la muerte de Hannah, que les lleva a la casa de Lazarus Jann, donde encontrarán la respuesta y destaparán el terrible secreto que se esconde en Cravenmoore, el cual explicará la muerte de Hannah, todos los acontecimientos extraños que han sucedido en el pueblo desde que Lazarus Jann se trasladó a vivir a Bahía Azul y todas las rarezas de Lazarus…


Me ha gustado mucho este libro, está muy bien desarrollado, tanto los personajes como la trama que lleva. No te esperas que todo lo que sucede en Cravenmoore sea por eso, ni tampoco la vida de Lazarus Jann. El suspense es llevado hasta el final del libro. Es genial, como cualquier libro de este autor, aunque siempre acabe muriendo algún personaje en sus libros (llevándote en más de uno una decepción por la muerte de estos). Yo lo recomiendo, transmite casi tanto suspense como en cualquier novela de Stephen King.

Cristina Molina Ruiz (2014)