martes, 16 de abril de 2013

La venganza de las cajas




Eva es una adolescente responsable que decide irse a estudiar Comunicación Social a Madrid. Allí vivirá con un viejecito llamado Porto. El anciano se pasa todo el día sentado en su sillón, observando la tele y acompañado siempre de su audímetro, el cual mide la audiencia televisiva, por lo que dicho aparato le parecerá muy extraño a la joven. Eva comenzará la universidad, poco a poco van pasando los días en casa de Porto, e irá dándose cuenta  de que ese anciano esconde algo que ella desconoce, cosas extrañas relacionadas con el presentador de televisión Morterone. La joven Eva, tras escuchar las historias que les cuenta Porto relacionadas con el famoso presentador, le tomará por un anciano loco y aburrido ya que para ella todas esas historias son creaciones suyas. Tras el paso de varios días Eva, no aguantando las impertinencias del anciano, decide irse de su casa y acabará compartiendo piso con dos chicos de su facultad: era el único lugar que le quedaba. Eva se arrepiente de haberse ido y decide ir a visitar a Porto, pero tras entrar en el piso no encuentra ni el audímetro ni a Porto. Es ahí cuando Eva comienza a sospechar que algo raro está ocurriendo y deberá descubrir el gran misterio que escondía Porto.
Eva, acompañada de su amigo Alfonso, tratarán de resolver ese misterio, buscarán a Porto (el cual se encontraba encerrado en una residencia de ancianos)... pero algo raro ocurría allí. Parecía que todo el mundo se oponía a sacar a Porto de aquella prisión de ancianos. Eva y Alfonso no pueden sacar a Porto de allí, pero el anciano por sí solo y a escondidas salió. Mientras tanto, les mandó a los dos jóvenes que miraran una caja especial que tenía escondida en su casa, la cual les indicaría el camino para descubrir lo que Porto escondía y desenmascarar todo lo ocurría con Morterone.

Nadia Pérez Chicano (2º Bach F. 2013)

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