jueves, 24 de noviembre de 2011

Zafiro



¿Qué puede ocurrir si en mitad de una misión te acabas enamorando de tu compañero? Pues como bien sabe Gwen nada bueno, pues ahora debe encontrar la manera de manejar sus sentimientos hacia Gideon pues no entiende que es lo que él siente hacia ella ya que actúa de forma extraña, lo que le provoca ciertas inseguridades. Menos mal que tiene a su amiga más fiel, Leslie, al fantasma James y a la pequeña y revoltosa gárgola que le ayudarán a sobrellevar tanta carga (tanto en lo amoroso como en el trabajo, pues no es nada fácil ser la última viajera en el tiempo).
Además, Gwen y Gideon no están para tomarse unas vacaciones y pensar en el tema, pues necesitan acudir a fiestas victorianas, salvar el mundo y para ello aprender pasos complicados de baile; pero entre paso y paso tendrán que entender que el amor y la confianza son el único salvavidas que tienen en el caso de que algo o alguien les haga dar un traspiés.
Otra vez más esta autora me ha conseguido impresionar, a mí, que para ese tipo de sorpresas me hago la difícil. Ya sea por el tipo de literatura, llena de fantasía y un toque romántico, dos ingredientes que mezcla de tal manera que uno no enmascara al otro, dando lugar a un libro donde el misterio, la añoranza, la mezcla de épocas, las desconfianzas, las inseguridades te obligan a no soltar el libro por miedo a que ese mundo desaparezca sin haber llegado al quid de la cuestión, y es aquí donde concedo a la autora el galardón de un gran autor pues consigue contarte lo que ella te quiera contar, que seas cómplice de un secreto, de una conversación y también de un beso (aquí me quedo extasiada al ver cómo la autora intenta expresar las inseguridades de Gwen cada vez que es besada por Gideon, cómo le tiemblan las piernas y el corazón) pero de una forma que, o el libro se te ha enganchado, como la pequeña górgola, al cuello, y tengas que continuar y leerte el siguiente libro (que por cierto, ya ha salido a la venta)... o dejarlo y decir “ya es suficiente”; en mi caso, como ya habréis supuesto me he enganchado yo a él como una lapa y estoy esperando con ansias poder empezar a leerme el tercero donde por fin sabremos el quid de todo.
Como ya he dicho en libros anteriores, soy una romántica empedernida, de ahí que en las partes en las que Gwen se siente insegura respecto a todo, sobre todo en el amor, me sienta identificada como toda buena adolescente en sus 17 primaveras. Es un libro de fácil lectura y quiero decir con esto que no aburre, ni mucho menos, sino que puedes entenderlo fácilmente sin tener que hacerte un croquis para no perderte en el laberinto de las palabras. Aconsejo su lectura; pero, eso sí, tenéis que empezar a leer Rubí (que es el primer libro de la saga) que si no no hay croquis que os valga para coger el hilo de la historia. Espero que os guste tanto como a mí.


Elena Vicente Zapata (2º Bach A. 2011)

2 comentarios:

  1. No hay nada como la pasión......y tú has conseguido transmitirla.Felicitaciónes para tí y para el Istituto por su iniciativa.

    ResponderEliminar
  2. No hay nada como la pasión.....y tú has conseguido transmitirla.Felicitaciónes para ti y al Instituto por la iniciativa.

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.